Há 50 anos morria Pablo Neruda o maior poeta do mundo do amor e da paixão

Pablo Neruda, cujo nome verdadeiro é Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, nasceu em Parral, Chile, em 12 de julho de 1904. Ele foi um renomado poeta-diplomata e político chileno, reconhecido mundialmente por sua contribuição para a literatura. Em 1971, Neruda recebeu o Prêmio Nobel de Literatura, em reconhecimento à sua poesia que dava vida aos destinos e sonhos de um continente.

Desde muito jovem, Neruda demonstrou interesse pela escrita e literatura. Aos 13 anos, ele já era conhecido como poeta e escrevia em diversos estilos, incluindo poemas surrealistas, épicos históricos, manifestos políticos, uma autobiografia em prosa e, principalmente, poemas de amor apaixonados.

A poesia de Neruda é conhecida por sua intensidade emocional e pela forma como ele expressa o amor e a paixão. Seus versos transbordam sensualidade e sensibilidade, revelando uma profunda conexão com as emoções humanas. Entre seus muitos poemas sobre o amor, destaca-se “Poema 20” de sua obra “Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada” (1924). Este poema é um hino à paixão, explorando os altos e baixos de um amor intenso e inebriante. Com versos líricos e imagens vívidas, Neruda retrata os tormentos e delícias do amor em uma linguagem poética envolvente. O poema captura a essência da alma apaixonada e a busca desesperada pelo amor verdadeiro.

Pablo Neruda faleceu em 23 de setembro de 1973, em Santiago, Chile. Embora tenha sido inicialmente relatado que sua morte foi resultado de insuficiência cardíaca, em 2023 foram encontradas evidências de que ele foi envenenado por ordem do governo enquanto estava hospitalizado.

O mais famoso poema de amor de Pablo Neruda é “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” (Vinte poemas de amor e uma canção desesperada), vamos compartilhar aqui, em espanhol – para manter a expressão e a essência de suas palavras.

Por Luiz Veroneze.

Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.

La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.

Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,

mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque este sea el último dolor que ella me causa,

y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

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